Hace unos días terminé de leer la antología poética de Nicanor Parra titulada Poemas para combatir la calvicie. Parra es un poeta bastante conocido, en México le dimos el ya inexistente premio Juan Rulfo. Pero curiosamente su oficio es el de dar clases de física en la Universidad de Chile, no se que tanto efecto tenga esto sobre su poesía. No estoy muy seguro pero su denombrada 'antipoesía' es aquella poesía cotidiana que busca ser de esmeralda o pomposa y verdaderamente es honesta y directa, no en un sentido a lá Seamus Heaney sino en un sentido apegado a la realidad de los pensamientos. Y como los pensamientos de cualquier hombre los poemas parecen contradecirce, chocar, batallar, mofarse de sí mismos, de la religión, del marxismo, de la poesía y de lo absurdo. Lo bueno de haber leído una antología es que como avanzan los poemas el lector comienza a hacerce una idea o imagen del poeta, la cuáles bastante interesante. Parra revivió mi amor y mi esperanza en la poesía y además me recordó para que sirve. Yo se los presto pero sería mejor que lo compraran, cuesta menos de 200 pesos y lo podrán tener para cualquier momento de emergencia. ¡La poesía es el pan de cada día!
Les regalo dos versos del libro:
el poeta lanza piedras a la laguna
círculos concéntricos se propagan
Me parece que si es verdad eso de que uno es lo que come entonces hay que comer poesía y en poesía nos convertiremos (o por lo menos la cagaremos)
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