martes, 30 de junio de 2009

Joyceful walks

Es esta ciudad hay varios lugares con una conexión a James Joyce. Espero poder visitar todos los que pueda. Por ahora llevo tres lugares que me gustaría compartir.
El primero es el Hotel Lennox. Joyce y su familia estuvieron viviendo mucho tiempo en Trieste, donde Joyce trabajaba como profesor de Berlitz. La familia se mudó a París en 1920 y durante sus primeros dos meses en la ciudad vivieron en este hotel.En 1922, cuando Joyce quiso publicar el Ulysses no podía encontrar un editor ya que su libro era considerado ‘sucio’. Encontró ayuda en la librería de una americana llamada Sylvia Beach, dueña de la librería Shakespeare & Co. Ella le publicó su libro.
Cerca de la famosa iglesia de Notre-Dame hay una librería llamada Shakespeare & Co. En la que uno puede encontrar algunas primeras ediciones interesantes, libros en inglés y varios gringos hablando sobre sus experiencias con ciertas drogas. En ningún lugar aceptan serlo, pero con las obras de Joyce, Hemingway y otros en la entrada dan la imagen de que son la librería que participó en el movimiento modernista de los veintes ¡Mentira! La verdad es que todos son unos hijos de los Beats que -con permiso, claro- abrieron una librería con el mismo nombre.
El lugar donde estuvo -tuvo que cerrar en los cuarentas- la verdadera Shakespeare & Co es sobre una calle más lejos del Sena y más cerca de los jardines de Luxemburgo. Ahora hay una tienda de ropa y una placa.El último lugar, por ahora espero, es el Hotel Lutétia. La última residencia de Joyce, entre el 39 y el 40, antes de irse a Zurich.

jueves, 25 de junio de 2009

joder joder joder

Hay un documental muy bueno sobre la legendaria pelea entre George Foreman y Muhammad Ali llamado ‘When we were kings’. Lo recomiendo mucho. Recuerdo que al final la gente que ha estado comentando a través del documental (periodistas etc.) como conclusión sueltan unos comentarios sobre el estado actual de la salud de Ali y cómo esta está relacionada al año que recibió en el ring. Recuerdo que uno de los periodistas dijo algo como: Tú destruyes a lo que amas y lo que amas te destruye a ti. Yo amo el futbol.
Hoy, después de comer, vi en mi closet mi camiseta de chivas y mi tenis de fut y pensé los traje hay que usarlos; además de que con el video de los goles de la selección y los de la copa confederaciones tenía algo de ganas. Recordé que en el parque frente la torre Eiffel había visto una canchita así que una vez uniformado salí con un aire de cascarero internacional.
Cuando llegué había un par de tipos echando los pases casual. Yo me uní y poco a poco fue llegando más banda hasta que se armó una sencilla y perfecta reta. La cancha estaba hermosa, con una rejita verde, porterías simétricas y bien pintadas y la torre como adornito, qué más podés pedir, hombre. Y un buen nivel, todo mundo tocando, moviéndose, defendiendo, haciendo fintas y disparando; además con buena condición y fuertes, en algún momento choqué con uno y el piso paró mi caída, me raspé la rodilla y todos ca va? Ca va? Yo oué oué bien bien, pensando cant make a good omelette without breaking a few eggs y todo eso tons feliz hasta me dieron unos kleenexs.Y les debo contar, bajo riesgo de verme presumido y engreído, no jugué nada mal. En un momento tenía tres goles y una asistencia en mi carta de estadísticas. Pero bueno, entre más alto, porque ahora el momento dramático, la volta, el talón, sólo que en mi caso el tobillo. Me había pasado exactamente lo mismo hace un año: llego corriendo a interceptar un pase (porque también estaba defendiendo) y toco el balón antes de que mi pie toqué el piso, lo cual significa que cae de lado y yo que con el esfuerzo de correr lo hago torcer de una forma brutal. Caigo, me hago a un lado, puta madre puta madre puta madre, otra vez no otra vez; y ca va? Ca va? No non no. ¿Nunca han visto el video e Ronaldo Fenómeno cuando regresa al campo del Inter y sin que nadie lo toque se cae porque otra vez la condenada rodilla? A bueno, pues algo así obviamente guardando todas las distancias imaginables, pero algo así. El dolor pero también la desesperación de no seguir jugando, los mil por qués en todas sus formas y tamaños, un coraje enorme. Tal vez la mayor diferencia con Ronaldo, por lo menos esa me pareció mientras estaba en el piso, es que sabía que médicos italianos no iba a llegar con una camilla para llevarme a una clínica. No no, ahora párate y échate de nuevo toda la caminata, cruza el parque para llegar a la estación de metro llena de gringos y además esa escuela con su enorme campo deportivo que te impresionó ahora está llena de adolescentes jugando futbol en uniformes oficiales de su equipo o selección favorita y otros corriendo alrededor del campo sin camiseta y guapos y bronceados y franceses y piensas que todos se burlan un poquito mientras caminas sucio y sudado y emputadísimo a la estación. Ok ok sé que eso estuvo cursilón pero neta pensé algo así porque estaba harto molesto con la vida y otros. Después de unos largos minutos llega el metro y ahora a caminar de la estación de metro a la casa la gente me veía cojear y yo los notaba un poquito de asco en la cara, pensé que era porque me veía mal de futbolista con impermeable y cojeando. Luego recordé el raspón y pues no es para tanto un pinche raspón pero como el pinche raspón estaba en la pierna que ahora recibía toda la presión tons un poco de más sangre salió, nada grave, pero tenía una manchota que supongo desde lejos se veía más grave. Llego al edificio y ahora tres pisos de escaleras, meter el tobillo en agua caliente y fría, limpiarme y decidir que tenía que ir a la farmacia al otro lado de la calle porque quién iba a pensar que el niño se iba a torcer el tobillito pateando un balón. Tons de nuevo las escaleras y a caminar. Por un segundo hasta pensé que me iba a llover pero sólo chispeo un poco. El don de la farmacia muy buena onda, se notaba que sabía muy bien lo que hacía, le expliqué y el me explicó de vuelta y me mostró lo que iba a tener que comprar y qué hacer con ello, se agachó para medirme el tobillo inflamado y claro que dijo oh lala mi tobillo parecía como una boa cuando se comen roedores o como si un cirujano con un sentido del humor extraño me hubiera metido una bola de golf. En fin, ahora estoy en mi cuarto, nada de ir a ver el partido de Brasil a un bar (otra bofetada en la cara: de todos los equipos que le pudieron haber cortado la racha ganadora a España por qué diablos tuvieron que ser los gringos? Cualquiera menos ellos) y rezarle al santo niño de atocha que me cure y pueda seguir caminando por esta hermosa ciudad. Si no tendré que continuar ventilando mi enojo a través de este blog con entradas largas y mal redactadas.

lunes, 22 de junio de 2009

lunes, 15 de junio de 2009

aunque no llevo ni una semana

Creo que puedo decir que lo del parisino mamón es un mito. Tal vez antes cuando la mayoría de la gente que habitaba la ciudad era la población que sobrevivió la guerra y la ocupación y en ese caso se entiende que estén un poco enojados con la vida. Aún así creo que generalizar sobre toda la población de una ciudad es tan estúpido y prejuicioso como generalizar sobre una nacionalidad o un color de piel.

sábado, 13 de junio de 2009

lo que uno hace



y hace dónde llega cuando algo se vuelve obsesión.

lunes, 8 de junio de 2009

Badger verb

I guess I would be the Badger in Wind in the Willows. Just sitting by the fire reading or walking around in the woods all day. Yeah, definitely. Just live in the woods and badger it out.

martes, 2 de junio de 2009

It's summertime...So hush little baby, Don't you cry

One of these mornings
You're going to rise up singing
Then you'll spread your wings
And you'll take to the sky

But until that morning.....

Aquí por mi vecindad luego se puede ver un viejito con sombrero blanco -lentes obscuros si hay sol- que se la pasa caminando. Es un viejito que luego se enoja. A veces se sube al mismo micro que yo. Una vez pidió la parada antes de llegar a la glorieta de Miguel Ángel. El microbusero no se detuvo y lo dejó después de la glorieta, donde sube toda la gente del metro. Desde que el chofer se pasó hasta llegar a la parada el viejito le mentó mil y un madres, con un odio puro. El chofer, como buen microbusero, se quedó impávido, el viejito se bajó pero estaba tan molesto que regresó diez segundos después para seguir mentándole el resto del árbol genealógico y tratar de convencer a la gente que no se suba al microbús.
Hoy estaba caminando de regreso de la conchita con un amigo. Antes de llegar ya sabíamos que el consulado italiano estaba teniendo un evento. De vez en cuando -o posiblemente una vez al año- organizan un evento en su hermoso gran jardín que tienen. Cuando estaba la hermosa cielo en la tierra zen oficina era divertido ver a toda la sociedad diplomática de México llegar en gala. Podías estudiar con cuidado los vestidos largos y las placas azul y blanco porque el tráfico se creaba muy rápido en la calle de un carril, así que el tienes que estacionarte lejos y caminar o echarte la larga y lenta cola para llegar al válete chaleco azul. Otra cosa que pasa es que mucha gente llega con chóferes y en lugar de -como bien señalaba mi amigo- mandarlos a dar una vuelta o buscar estacionamiento, se aprovechan de que hay banquetas anchas y dejan sus vehículos RE estacionados sobre ellas.
Cuando mi amigo y yo llegamos a la altura del consulado descubrimos que los claxons no se debían al típico tráfico, era porque había algo a mitad de la calle: el viejito con sombrero blanco. Con la misma voz que le dirigió al microbusero discutía con dos policías y dos organizados. Decía que si los otros podían estacionarse en la banqueta y tapar el camino, él se podía parar a mitad de la calle. Estaba enojado de nuevo. Le gritaba a los policías, le mentaba la madre a los organizadores y luego regresaba a la banqueta para hacerles la finta de bronca (la básica de juntar un ‘qué’ con un alzamiento de hombros) a los choferes/guaruras que estaban recargados contra la pared. Somos algo metiches pero no tanto. En los tres, cinco minutos que estuve viendo el viejito consiguió que se moviera un coche estacionado y que los policías les a los de valet: muéveme todos los que están sobre la banqueta.
Bien sabía el viejito que muy pocas cosas se consiguen cunado pides amablemente.

Estoy triste por la escuela, por suerte el 5inister me enseña que no hay mejor amigo (o antidepresivo [uuuuh!]) que el internet:

 
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