miércoles, 2 de mayo de 2007

Shine on forever, shine on benevolent sun


Iba a decir algo sobre el paro, pero alguien ya lo hizo muy bien así que mejor hablo sobre otra cosa. ¿Que tal Tool y Wagner? De Tool si soy un erudito, lo cuál no es el caso con Wagner. A Wagner solo puedo decir que lo disfruto, no llego a entender mucho. Lo que tienen en común estos grupos (bueno, Wagner no es un grupo) para mi es que son los únicos cuya música me separa de todo lo que pienso y siento en cierto momento, quiero pensar que es un experiencia similar a la meditación. Quién sabe. El punto es que el otro día me deje llevar de nuevo por el 10,000 Days de Tool, pero lo que cambio esta vez es que me puse a escribir durante una mitad del disco; este es el resultado. (Disclamer: eso lo pongo como mera curiosidad, esta muy viajado, pero no se lo tomen muy en serio).


Empieza con una colina, un borde, un final que lleva a un infinito. Yo me paro en el borde, bajo la mirada, veo obscuridad. Veo el sinfín, es sombra negra, es reflejo; una verdad reluciente que cae en ecos. Es más que luz, es irreal. Mantos que se extienden en tentáculos me impulsan a saltar y no me niego. Me arrojo a lo poco (inter/mi/nable). Mar de noche , cuando todo está obscuro y lo que se divisan son esencias. Azul erreal que se acuesta sobre el mas, una luna que parece ser un hoyo en el todo. Las estrellas se mueven quietas, son todos los puntos geométricos de mi YO y se hunden en sincronía pero se mantienen quietas dualidadadilaud un círculo completo renace sobre cualquier espacio de montañas. Veo que sigo en el borde, me mantengo al límite indeciso si aventarme ante todo. Me pongo de rodillas e inclino mi cabeza yo no veo ningún borde, ningún cielo, solo el camino a lo que parece ser un final. Tampoco sé si veo la ausencia de luz o todos los colores amontonados. Me dejo ir. Mi ropa se quema, sigo cayendo y veo los pelos en mi bazo alumbrarse y desaparecer. Cada vez caigo más y me adentro en esa ausencia o exceso de luz. Me enamoraba. Las venas y arterias de mi cuerpo comenzaron a brillar y mi piel cosquillaba aquí y allá. Quise rascarme pero encontré que ya no tenía uñas así que decidí quitarme la piel, con cuidado, como si fuera un exoesqueleto seco. La aplastaba y se separaba primero de los brazos, luego la cara y el cuello y continué haciabajo. Cayendo. Sentía más ahora que flotaba caía sin piel. Los colores lograban saltar y tocarme, no podía distinguirlos, pero si sentirlos. Rojo Amarillo Verde. A músculo libre mis venas y arterias brillaban como querían en colores que se pasaban entre las fibras rojas de mis músculos. Los colores viajaban, vi un amarillo ir de mi brazo a mi corazón a mi pie de regreso a mi cuello, donde lo perdí de vista. Entre tanto todo mi cuerpo era lo único que se divisaba porque se mantenía en partes, separado. Continuaba cayendo, pero más lento. Era un extremo del vacío en donde podía verme caer; ver como giraba en la nada, pataleaba y movía los brazos, cada movimiento hacía que se moviera la nada que cada vez se volvía más densa. Me vi y decidí olvidar mi yo, olvidar, dejar que yo era soy yo. Al verme olvide mi identidad como una y recordé una como toda. Cada vez caía más lento porque llegaba a otro lugar, otro fondo. Metí primero el pie. Era agua, agua líquida pero en fuego. La luz también difería y entendí que era la misma pero vista desde otro lado. Todo mi cuerpo continuó pasando rodilla ombligo cuello. Hasta entonces solo sentía el agua, su ritmo su marea, pero luego la probé, su sabor seco y arenoso lleno de burbujas y comisuras. Luego la olí, olí el agua, no porque tuviera olor sino porque expiraba su propio aliento e inevitablemente llegaba a mi nariz, olía a lluvia de madrugada. Mis ojos y orejas pasaron juntos, el olor y la visión llegaron juntos y me abrumaron. La marea sonaba al trueno de olas y el golpe de lluvias; golpecitos constantes y explosiones separada. La luz era completa un azul lúgubre y diáfano que corroía las siluetas tratando de olvidar los centros. Me dejé llevar por la marea que aunque tenía ritmo y espacio no tenía tiempo así que aunque puedo decir que estuve ahí también puedo decir que no flote en ese mar porque no pase nada de tiempo en él. Llamémosle infinito o inconstante, cualquiera de las dos. La luz comenzó a cambiar, talvez me movía talvez todo se movía a mi alrededor de mí o posiblemente nada cambio. Solo sé que terminé escupido sobre una playa algo roja. Voltee hacía el mar pero lo único que vi fue todo que estuve ahí, o reviví muchas veces y comencé a re-experimentarlo así que decidí voltear y no regresar la mirada. Tomé arena en la mano y examiné los granos, eran completamente rojos. Aunque yo solo los veía medio-rojos ya que la otra mitad era cubierta por una luz que llegaba del oeste. Vi como di un paso y di un paso. Me veía caminar y, un paso atrás, caminaba yo. Todavía estaba entre arena roja, solo que ahora se acomodaba en pequeños montes. Me dirigía hacia la luz pero al avanzar entre los montecitos crecía en calor y cansancio, me llenaba de fatiga y bostezaba, distraído, poco a poco me inclinaba. Estaba a punto de caer cuando decidí quitarme el cuerpo, me molestaba. Al quitármelo recuperé mis energías, me sentía ligero e inexhausto. Sin tener que ver a través de mis ojos lograba ver todo como es. En blanco, tonos simples. El rojo y la luz impertinente habían desaparecido. Di un paso con todos los pasos y llegué a donde me dirigía. Era yo, de espaldas, asomándome hacia el abismo que había descubierto. Me acerqué y, sin hacer ruido, me arrodillé junto a mi. Me asomé al fondo como ya lo estaba haciendo. No encontré el regreso sino un reflejo de una simple simetría. Decidí volver a entrar en mí, primero cabeza, luego manos y todo el cuerpo. Luego abrí los ojos.



...y eso que no consumí drogas. Hay unos cuantos errores de estilo, pero si los arreglo ¿cual sería el chiste?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No conozco lo que escuchabas (im frigging old), pero ponlo otra vez porque te inspira.
Parece que estas narrando una NED (near death experience).

Manolo dijo...

El principio es como la segunda parte de un video que hay de Royksop, (el video es la neta), pero en cuanto te avientas todo se pone bueno. Muy buen final.

Jorge Hernández Jiménez dijo...

Un paso con todos los pasos. . .

Me encantó eso, BTW, eso del blog favorito del Will Eisner, jejeje, andamos muy exagerados no Miles. . .

un abrazo mate

Anónimo dijo...

Es la buena onda eso de viajar con musica. Tu viaj esta algo psycho, pero bueno si eso te nacio que chido

 
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