viernes, 15 de agosto de 2008

Las lágrimas de Puccini

La canción más emblemática de Madam Butterfly (o la que más aparece en compilaciones de Opera) es Un Bel Dí y me parece que no es necesario ser un experto en italiano o conocer el contexto del aria. Podemos adivinar el título ‘Un Bello Día’ y ciertas cosas como ‘espero y espero’ que canta una mujer, la única voz. Mas quedémonos en el título y con la música. Comienza la música y comienza un nuevo día que la cantante define como bello pero la forma en que se canta nos hace pensar lo contrario. A través de la canción explica por qué es un día bello, pero cada vez que se llega a la parte hermosa de la canción, la afirmación del bello día, siento lo contrario; más que una celebración parece un grito de desesperación, grita para convencerse de que vive un día hermoso, un día que si algo tiene es una sobrecarga de esperanza, deseo de que la melancolía con la que canta llegue a su fin. El final del aria es eso, la dramática contradicción, el deseo de que sea un bello día. La otra canción que quiero mencionar es de Turandot. De esta obra la aria ‘Nessun Dorma’ es sin duda la emblemática, talvez de toda la obra de Puccini, pero es una que para mí canta esperanza, amor y fuerza (‘Al alba venceré’). Aquí quiero hablar sobre Non Piagiere, Liú, que me parece también es una aria cantada por varias voces, o creo que más bien es una serie de arias que canta cada personaje y al final se juntan. El título de por sí ya es bastante triste, una clemencia: No llores, Liú. En este caso sí voy a describir la escena porque es algo verdaderamente hermoso: Liú le pide al príncipe, a quien ama, que no arriesge la vida por conseguir el amor de Turandot y el principe le pide que no llore, Liú abraza a un hombre ciego, el papá del principe, que también le pide a su hijo que no se condene; la música avanza y con ella el príncipe que se acerca al palacio (o a Turandot, depende del director) para gritar su nombre tres veces y tocar el gong; los tres ministros de Turandot le piden que lo piense ‘Oh, por última vez’ mas el príncipe continua, enamorado, encantado; ‘la vida es cosa bella’ le explican, al final todas las voces se unen: Liú, el padre, tres ministros que ven otro príncipe perderse y ríen, el sonido del gong, ¡Turandot!, ¡Muerte! Es una tragedia: ahora el héroe no escapa su destino, lo afronta. Como con Madame Butterfly, el aria comienza con la voz del principie acompañada de pocos instrumentos, las demás voces entran, el resto de la orquesta también hasta que al final todo se une con fuerza. Me parece más triste que ‘Un Bel Di’ ya que aquí se expresan tantos dolores. Liú, que un amor solitario hacía el príncipe y debe verlo como asegura su muerte; el padre, un pordiosero ciego, un rey en exilio, que debe escuchar el dolor de su hijo; y el príncipe enamorado, que grita tres veces el nombre de la reina, su amor, y toca tres veces el gong: las primeras dos se escucha claro, la tercera suena con toda la orquesta, seguido por todas las voces, aunque cantando al mismo tiempo no en coro, sino separadas, con su propio dolor.



-Los invito a una plática que daré junto con dos compañeros sobre la literatura y el café (es la feria del café) el Sábado a las seis de la tarde en la casa de la cultura de Coyoacán, enfrente de la iglesia de Santa Catarina.-

2 comentarios:

Andrés dijo...

que viva la montaña!

the lines on my face dijo...

jajaja, ya no te pude ir a ver... pero supongo que estuvo buena tu conferencia... se me olvidó pasarte la película... Y coincido contigo en todo lo que pusiste en este post ;) saludines

 
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