Hay un documental muy bueno sobre la legendaria pelea entre George Foreman y Muhammad Ali llamado ‘When we were kings’. Lo recomiendo mucho. Recuerdo que al final la gente que ha estado comentando a través del documental (periodistas etc.) como conclusión sueltan unos comentarios sobre el estado actual de la salud de Ali y cómo esta está relacionada al año que recibió en el ring. Recuerdo que uno de los periodistas dijo algo como: Tú destruyes a lo que amas y lo que amas te destruye a ti. Yo amo el futbol.
Hoy, después de comer, vi en mi closet mi camiseta de chivas y mi tenis de fut y pensé los traje hay que usarlos; además de que con el video de los goles de la selección y los de la copa confederaciones tenía algo de ganas. Recordé que en el parque frente la torre Eiffel había visto una canchita así que una vez uniformado salí con un aire de cascarero internacional.
Cuando llegué había un par de tipos echando los pases casual. Yo me uní y poco a poco fue llegando más banda hasta que se armó una sencilla y perfecta reta. La cancha estaba hermosa, con una rejita verde, porterías simétricas y bien pintadas y la torre como adornito, qué más podés pedir, hombre. Y un buen nivel, todo mundo tocando, moviéndose, defendiendo, haciendo fintas y disparando; además con buena condición y fuertes, en algún momento choqué con uno y el piso paró mi caída, me raspé la rodilla y todos ca va? Ca va? Yo oué oué bien bien, pensando cant make a good omelette without breaking a few eggs y todo eso tons feliz hasta me dieron unos kleenexs.Y les debo contar, bajo riesgo de verme presumido y engreído, no jugué nada mal. En un momento tenía tres goles y una asistencia en mi carta de estadísticas. Pero bueno, entre más alto, porque ahora el momento dramático, la volta, el talón, sólo que en mi caso el tobillo. Me había pasado exactamente lo mismo hace un año: llego corriendo a interceptar un pase (porque también estaba defendiendo) y toco el balón antes de que mi pie toqué el piso, lo cual significa que cae de lado y yo que con el esfuerzo de correr lo hago torcer de una forma brutal. Caigo, me hago a un lado, puta madre puta madre puta madre, otra vez no otra vez; y ca va? Ca va? No non no. ¿Nunca han visto el video e Ronaldo Fenómeno cuando regresa al campo del Inter y sin que nadie lo toque se cae porque otra vez la condenada rodilla? A bueno, pues algo así obviamente guardando todas las distancias imaginables, pero algo así. El dolor pero también la desesperación de no seguir jugando, los mil por qués en todas sus formas y tamaños, un coraje enorme. Tal vez la mayor diferencia con Ronaldo, por lo menos esa me pareció mientras estaba en el piso, es que sabía que médicos italianos no iba a llegar con una camilla para llevarme a una clínica. No no, ahora párate y échate de nuevo toda la caminata, cruza el parque para llegar a la estación de metro llena de gringos y además esa escuela con su enorme campo deportivo que te impresionó ahora está llena de adolescentes jugando futbol en uniformes oficiales de su equipo o selección favorita y otros corriendo alrededor del campo sin camiseta y guapos y bronceados y franceses y piensas que todos se burlan un poquito mientras caminas sucio y sudado y emputadísimo a la estación. Ok ok sé que eso estuvo cursilón pero neta pensé algo así porque estaba harto molesto con la vida y otros. Después de unos largos minutos llega el metro y ahora a caminar de la estación de metro a la casa la gente me veía cojear y yo los notaba un poquito de asco en la cara, pensé que era porque me veía mal de futbolista con impermeable y cojeando. Luego recordé el raspón y pues no es para tanto un pinche raspón pero como el pinche raspón estaba en la pierna que ahora recibía toda la presión tons un poco de más sangre salió, nada grave, pero tenía una manchota que supongo desde lejos se veía más grave. Llego al edificio y ahora tres pisos de escaleras, meter el tobillo en agua caliente y fría, limpiarme y decidir que tenía que ir a la farmacia al otro lado de la calle porque quién iba a pensar que el niño se iba a torcer el tobillito pateando un balón. Tons de nuevo las escaleras y a caminar. Por un segundo hasta pensé que me iba a llover pero sólo chispeo un poco. El don de la farmacia muy buena onda, se notaba que sabía muy bien lo que hacía, le expliqué y el me explicó de vuelta y me mostró lo que iba a tener que comprar y qué hacer con ello, se agachó para medirme el tobillo inflamado y claro que dijo oh lala mi tobillo parecía como una boa cuando se comen roedores o como si un cirujano con un sentido del humor extraño me hubiera metido una bola de golf. En fin, ahora estoy en mi cuarto, nada de ir a ver el partido de Brasil a un bar (otra bofetada en la cara: de todos los equipos que le pudieron haber cortado la racha ganadora a España por qué diablos tuvieron que ser los gringos? Cualquiera menos ellos) y rezarle al santo niño de atocha que me cure y pueda seguir caminando por esta hermosa ciudad. Si no tendré que continuar ventilando mi enojo a través de este blog con entradas largas y mal redactadas.