Hoy logré llegar a Londres. Fue tan simple como lo imaginé y tuve el mejor de los tiempos en esa ciudad. Primero pasé al museo Británico, donde quedé especialmente cautivado por las esculturas de la antigua Grecia y el viejo Egipto. Pero me voy a saltar datos y detalles para llegar a la mayor recompensa del viaje: encontrar la casa donde Verlaine y Rimbaud vivieron juntos. No puedo describir bien lo que sentí cuando ví la placa sur mur en la casa discreta y abandonada. No fue como para llegar a los puntos de Woolf, Eliot o Dickens en que los encontré justo donde había marcado en mi mapa. Estaba ya perdido, cansado y algo molesto. Encontré la casa ya más en camino de regreso a la estación. Fue muy especial, poder imaginar al muy hijodeputa salir caminando hacia la biblioteca del museo Britanico donde el calor, las plumas y el papel eran gratuitos. La casa se encuentra en un estado de reparación abandonada, con su plaquita y la gente pasando. Me parece bien así. La he encontrado ¿Qué? La casa. Hehehe. Seguramente iré de nuevo para sentirme igual de alegre.
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5 comentarios:
la tristeza que me genero el british fue ver todo arrumbado. por una parte es bonito que no te cobren, pero cuando fui en 2003 muchas salas estaban cerradas al publico porque no habia dinero.
Yo hoy pasé enfrente de tu casa, prometo que le pegaré una placa cuando esté vieja y abandonada aunque sólo diga "aquí vivió mi amigo Antonio".
el british está chido, cuando hacía frío, era de las personas que se meten a la biblioteca a dar una leidita rápida y entrar en calor, jajaja... saludos
y ya jugaste fut?
tss.. podremos poner: en esta banca escribió el champ (o cualquier cosa que quieras que le pongamos)
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